domingo, 12 de mayo de 2013

¿Es altivez o es arrogancia? Altivez. Soy dueño de una altivez que no me corresponde, sin embargo, estoy orgulloso de ella. Es algo así como estar feliz de ser feliz.  Altivez de un camino propio, o de un camino de muchos que me parecen propios. Mi camino. ¿Soy dueño de mi propio destino o soy un destino de muchos caminos? Se puede jugar con el orden de la pregunta, siempre acaba siendo una maraña anyway.
Buscando una y otra vez encuentro el primer camino que recorrí para convertirme en quien digo ser. Siempre encuentro una ruta que me parece la más sensata, para darme cuenta más tarde que no es más que un engaño... que la ruta más sensata no es la más verdadera. Es una negación tan boba como inocente, es creer que Bob Barker es tu padre.
Soy un altanero malo,  soy un mal altanero más bien: El otro día caminaba por el mall sólo para darme cuenta que frente a mi estaban tres gordas atrapas en unos vestidos que pedían a gritos ser rasgados. Sólo me pude decir «Quién les puede decir que ser gordas no es una discapacidad», para después recordar un tweet que decía: «Tienen capacidades diferentes de su circunferencia». Simple y llanamente las mire con esa mirada,y seguí caminando con una suficiencia tal, como si realmente hubiera hecho algo. Lo bonito de la altivez es eso, la suficiencia del ser.